El regreso a clases, ojos en la CNTE y el plagio

  • Eduardo Barrios

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se encuentra en la mira nacional luego de que, en las últimas semanas, el conflicto por sus demandas y las órdenes del gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto han pasado a otro nivel.

Lo anterior frente al ciclo escolar 2016-2017 que inició este 22 de agosto y que ha generado posicionamientos mediáticos como el que hiciera Peña Nieto en la última entrevista que concedió a Joaquín López-Dóriga y donde tuvo oportunidad de mandar un mensaje directo a la CNTE, esto es que, su gobierno hará uso de la fuerza pública de ser necesario, lo que anticipa episodios violentos.

Y la cosa desde luego no paró con esa advertencia, que fue lo más notable de las declaraciones de Peña Nieto en aquella entrevista, si no que la Coordinadora le entró al juego mediático y de inmediato anunció que no regresarán a clases en el tiempo programado.

A la “declaracionitis” se sumaron los empresarios de las zonas afectadas por los paros magisteriales que exigieron al gobierno de Peña, el uso de la fuerza pública de inmediato para reestablecer el orden en el territorio sureño.

Como siempre, los más afectados, los que no deberían: miles de estudiantes de estados como Chiapas y Oaxaca, que, por si fuera poco, mantienen graves rezagos en materia educativa a nivel nacional, aunado al deficiente y para nada trasformador sistema educativo mexicano, que poco cambia en la estructura y contenidos analizados en las aulas.

Le doy el dato, en total regresarán a clases 25.7 millones de alumnos de educación básica en 225 mil 919 planteles. Del total de alumnos, 23 millones 185 mil 754 regresarán a planteles públicos, mientras que 2 millones 571 mil 410 lo harán a colegios privados.

Impartirán clases un total de 211 mil 782 docentes, de los cuales 1 millón 45 mil 014 lo harán en escuelas públicas, mientras que 166 mil 768 en planteles privados. Todo esto de acuerdo con los datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Para que no falte la cereza al pastel, la periodista Carmen Aristegui Flores, reveló este domingo 21 de agosto a las 10 de la noche, tras el término de las Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y antes de iniciar el ciclo escolar, que el presidente Enrique Peña Nieto plagió su tesis de licenciatura.

Aunque una frase recurrente entre su gabinete y del propio Peña Nieto es que la educación es prioridad de su gobierno, apostando por una reforma educativa muy cuestionada, el presidente de México, no fue capaz de someterse a sus propios juicios reformadores.

La presidencia de la República tendrá que aclarar (lo que ya ha hecho de forma parcial a través del siguiente escrito: http://www.gob.mx/presidencia/documentos/respuesta-del-vocero-a-la-solicitud-del-periodista-rafael-cabrera) el presunto plagio de la tesis de licenciatura del que se le acusa a través de evidencia periodística a Enrique Peña Nieto.

Quienes hemos tenido oportunidad de realizar un trabajo de tesis y contar con asesores, conocemos la gravísima falta que representa no respetar el trabajo intelectual de otras personas. ¿Será que podamos darle su justa dimensión al asunto?

Por lo pronto, los ojos del país están puestos en las zonas de conflicto con el mayor sindicato de trabajadores de la educación de América Latina y que afecta actividades en todos los rubros en algunos estados y por su puesto en lo que tenga que decir el ejecutivo federal a la opinión pública en una clara contradicción entre sus intentos reformadores y sus principios éticos en su etapa estudiantil.

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