Por: Paco Contreras

Se termina el sexto mes del año y con él, las actividades relacionadas con las paternidades. No se trata de que en éste mes nos centremos en ellas, sin embargo, junio ha sido elegido por muchos colectivos como el mes donde se enfatiza el trabajo en cuanto a las paternidades y evidentemente está relacionado con la celebración que de manera tradicional se realiza cada del tercer domingo del mes de junio.

Actualmente podemos encontrar un sinnúmero de manifestaciones en torno a la paternidad, desde los que por una u otra razón decidieron ausentarse y mantenerse al margen de la vivencia paternal, hasta los que de manera activa y comprometida acompañan a la pareja y a la descendencia desde el embarazo, parto, primeros años de vida y la vida misma de las hijas e hijos, sin olvidar aquellos que después de terminar la relación con la pareja se mantienen en contacto con ella por el bienestar y desarrollo de todas las personas involucradas.

Es de notar que son las nuevas generaciones las que vienen empujando con estos cambios, he observado que son los más jóvenes los que muestran mayor participación; en las ciudades cada vez más les vemos porteando bebes y haciendo tareas que antes sólo eran destinadas para las mujeres.

El aporte económico que como hombres podemos dar a nuestras hijas e hijos es muy importante para cubrir sus necesidades pero no lo único. Hoy en día, sigo escuchando a varones mencionar que un aprendizaje muy poderoso que adquirieron como parte de su identidad masculina se refiere a proveer económicamente.

Ejercer la paternidad  también implica que nos sumemos al cuidado diario, a la crianza y la estimulación de hijas e hijos, en este sentido es de suma importancia que nos incluyamos en las actividades domésticas y romper de esta manera con las tradiciones sexistas de la división de tareas, esto incluye, alimentar, vestir, pasear, dormir, jugar, el aseo personal y de la casa, las actividades escolares entre otras más.

Desde la resistencia al cambio nos cuestionamos los beneficios tiene para los hombres la integración al ejercicio de una paternidad activa y comprometida. De entrada hay un aporte directo, puesto que las hijas e hijos se verán beneficiados porque podrán desarrollarse de una manera sana y plena, a partir de la convivencia familiar, la mamá de tus hijas e hijos también obtiene beneficios por que al compartir las tareas de cuidado y atención, ella cuenta con una mejor calidad de vida que le dará acceso a otras oportunidades que permitan su desarrollo pleno. Como padres, también nos vemos beneficiados de estas relaciones, pues construimos vínculos sólidos, relaciones igualitarias, lo que nos permite crear procesos de dialogo y resolución de conflictos sin violencia, teniendo posibilidades de una mejor calidad de vida en lo personal y familiar.

La vivencia de la paternidad es un área (entre tantas) que es digna de ser analizada a profundidad  y en cada caso particular ir estableciendo las necesidades que como hombres tenemos y que habrá que trabajar en el proceso de la construcción de nuestra masculinidad y que no sólo se haga en una fecha determinada. Junio mes de las paternidades, nos deja la necesidad de seguir trabajando por transformas las trayectorias masculinas en cuanto a las formas de ejercer nuestra paternidad.

En el colectivo de  Hombres Responsabilizándose de su Vida retomamos las necesidades de los varones que se van sumando a los procesos que desarrollamos y mantenemos. Les recordamos que contamos con dos espacios en los que se pueden integrar. Los martes a partir de las 17:00 horas en las instalaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana en Xalapa, ubicada en  Manantial de San Cristóbal s/n, Xalapa 2000 y los miércoles en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa a partir de las 18:00 horas ubicado en la esquina que forman las Avenidas Acueducto y Ruiz Cortines en la Colonia Unidad Magisterial.