Sucesión, ¿entre masoquistas y verdugos?

  • Rafael Arias Hernández

Adiós, adiós…bye, bye por si no lo entienden, a menos de 219 días y a 42 de elecciones. El futuro en manos del Hampa Electoral y de quienes la apoyan y sostienen, con recursos públicos. Más lamentables explosiones y sacrificios de los veracruzanos. Más pobreza y hambre, desempleo y crisis, deuda pública y delictiva administración. Más miles de millones de pesos desaparecidos. Más de lo mismo y peor.

Por lo pronto, de acuerdo a últimos reportes de fuentes demoscópicas y expresiones sociales,  tres candidatos destacan y están en las finales. Los otros en el mejor de los casos, son  esfuerzo respetable; o, en el peor, simples comparsas, mandaderos y mercancía al mejor postor.

De los tres finalistas, uno es de renovación o continuidad y dos son de oposición o alternancia. Pero sin duda, en particular, uno de oposición  preocupa y ocupa más a ineficientes y delincuentes gubernamentales actuales;  al grado que, descarada y oficialmente,  orientan y gastan recursos públicos y  preparan delincuencia electora en contra de su persona y familia..

Ahí están los nombres, fáciles de identificar y de entender su peso e importancia estadística, en la suma o resta de votos. Es la hora del voto útil.

Hoy y aquí, en la aplastante e ineludible cotidianidad de la real realidad,  los sastres oficiales  de los crecientes desastres,  continúan hundiendo a Veracruz.

ERROR Y CONSECUENCIAS

Que nadie se excluya  de  hacer lo que se debe hacer.

Simple y sencillo. Urge denunciar y condenar.  La situación exige impedir la continuidad de la impunidad; detener y procesar a ineficientes y delincuentes gubernamentales. No más Veracruz de  masoquistas, ni conformistas. Se comete el error, lo demás son consecuencias.

Directo y claro. No hay que darle vueltas, se sabe cuál es el problema central, la causa de las causas. Para corregir cuanto antes y evitar pérdidas, para detener más sacrificios de la gente es necesario no darle oportunidad a verdugos y beneficiarios, cero tolerancias a cómplices y encubridores, a  ineptos y corruptos en el gobierno.

¿Qué no ha sido suficiente? ¿A qué extremos se les debe permitir llegar?

Breve y conciso.  Ejercer derechos y libertades hoy, en el presente. Para no lamentarse de lo que a todas luces tiende a empeorar,  hay que evitar lo evitable.

Primero exigir responsabilidades y procesar culpabilidades a los que ya son y pronto dejaran de ser, a quienes están en el gobierno y el partido que los postula y sostiene (PRI), en el caso de Veracruz. Desde luego, reconocer, consolidar y fortalecer lo bien hecho que, como ha sido muy poco, ha costado demasiado para dejarlo perder.

Y segundo, participar en nuestra imperfecta y débil Democracia. Hay que hacerlo responsable y activamente. No hay de otra. Pero eso sí, hay que identificar y valorar a los posibles, a los disponibles que quieren ser.

Por lo pronto separar a mercenarios, alquilados y paleros que, evidentemente, han sido contratados y apoyados para fragmentar y dividir el voto y la voluntad ciudadana. No a los candidatos “zombis” que con su presencia apoyan a la ineficiencia y delincuencia en el gobierno. ¿De dónde salen los cuantiosos recursos  gastados, en impresionantes despliegues publicitarios? ¿A quiénes en realidad sirven?

NO A CONTINUIDAD DE LA IMPUNIDAD

La  elección que viene en Veracruz es más simple de definir de lo que se cree. Solo basta recordar y tener muy presente quienes son los responsables de estar como estamos.

Esto sirve de introducción para comentar que hay, en realidad dos aspectos concurrentes o relacionados en las elecciones que se están llevando a cabo.

Concurren, al mismo tiempo. Un aspecto liberador o de cambio; y  otro de masoquismo o continuidad.

Ambos son importantes y  están irreconciliablemente enfrentados y, hasta, pueden considerárseles excluyentes.

El primero implica aceptar costos, precios y consecuencias de lo que ineficientes y delincuentes están ocasionando. Aprobar y respaldar a los causantes y sus cómplices; esto es, seguir en el masoquismo de reelegir a la forma  y representación pública que por décadas ha dominado, domina y es responsable de lo que sucede. Perdonando y olvidando toda la ineptitud, irresponsabilidad y hasta delincuencia que  caracteriza a muchos de los que gobiernan y dicen que son servidores públicos.

Esta decisión significa, que se acepta y  apoya a la continuidad, a la permanencia de más de lo mismo y de los mismos.

Por otro lado, como el otro tipo de elección, dentro de las contadas opciones disponibles, se tiene ahora al alcance la oportunidad liberadora, o cuando menos de inicio de cambio, que puede y debe empezar con la responsable e inaplazable decisión de limpiar, extirpar tumores y expulsar parásitos y depredadores políticos y gubernamentales.

Decisión  que, hay que insistir,  implica darse la oportunidad de corregir y experimentar otra opción que, por cierto, debe estar basada en una participación social más presente y activa, fiscalizadora y evaluadora, no decorativa ni simulada. Apoyar  cambio real  y  alternancia misma. 

Ciudadanía y Sociedad en general enfrenta hoy y aquí, esta decisión simple y sencilla; directa y clara; breve y concisa.

EL PODER DEL CIUDADANO

Interesantes, recomendables para su consulta y análisis público, los más de 60 trabajos presentados en el Primer Congreso de “Finanzas Públicas y visión del ciudadano”, realizado el 21, 22 y 23 de Abril en Xalapa, Ver.

Esfuerzo serio y propositivo, de múltiples puntos de vista sobre importantes temas de actualidad, expuestos en lo que se ha constituido como un espacio plural de diálogo y civilidad, de exposición y análisis. Espacio en dónde el eje central, origen y destino de toda acción gubernamental, son los seres humanos.

Justo Fernández A., Julio Cesar Sosa M., e Hilario Arenas C., a nombre de reconocidas organizaciones ciudadanas estatales y nacionales, lograron mostrar y demostrar que, en efecto,  la soberanía popular y el mandato original está en el pueblo, en las personas que mejor informadas y más participativas,  pueden contribuir a la solución de viejos y nuevos problemas sociales, al ejercer puntual, responsable  y plenamente, sus derechos y libertades.

*[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.