Namiko, la tóxica “protectora” de periodistas

  • Mussio Cárdenas Arellano

Tapadera y cómplice, Namiko Matzumoto sólo defiende a Javier Duarte. A la prensa no. No es crítica ni alza la voz, no condena el clima de hostilidad, ni se inmuta cuando el gobernador amenaza y tilda a los periodistas de “manzanas podridas”, ni refuta el “pórtense bien”.

Ser-vil como nadie más, apaga cualquier fuego que se enciende en cada afrenta al gremio reporteril, en cada amenazado, en cada agredido, en cada asesinado, imperturbable en el Veracruz de los 14 periodistas ultimados por ejercer su oficio, en el Veracruz convertido en el lugar más inhóspito para la labor periodística, según Reporteros Sin Fronteras, según la ONU, según Artículo 19. Lo suyo es proteger al gobernador.

Namiko Matzumoto Benítez, la doctora, la secretaria técnica, la dueña de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), ya muda de piel. Quiere ahora ser presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pues quien nació para encubrir, encubre siempre.

Se sabe ahí. Aventaja a cualquiera de los contendientes, no por atributos, mucho menos por solvencia moral, sino porque las ternas de Javier Duarte son faramalla pura, teatro de quinta para cumplir con lo que marca la ley. De antemano se da por hecho que ese cargo le fue reservado a la doctora Namiko y nadie se lo arrebatará.

Méritos no tiene. Si tuviera que acreditar que hizo de la CEAPP un órgano de avanzada, defensor a ultranza de la integridad y la vida de los periodistas, crítico con el gobierno, con denuncias por el ambiente de agresión a los comunicadores, le sobrarían argumentos para ser una digna defensora de los derechos humanos en Veracruz. Pero falló.

No debió ser Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas sino Comisión Estatal para la atención y Protección de Javier Duarte. Y Namiko Matzumoto la guachoma del gobernador.

Su paso por la CEAPP es de vergüenza. Se exhibe con el levantón, tortura y muerte del Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero gráfico de Notisur, Liberal del Sur y La Red, sustraído de su hogar en la congregación Villa Allende, en Coatzacoalcos, la mañana del 5 de febrero de 2014.

Arribó a Coatzacoalcos. Había hablado el entonces procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa y la vocera del gobernador, María Gina Domínguez Colío. Les llovía de todo, reclamos, condenas, reproches. Transcurrieron minutos valiosos, les reprocharon los colegas, y pudiendo cerrar las vías de salida de Villa Allende, nada se hizo por Goyo Jiménez.

Era el 6 de febrero por la noche. 36 horas antes Goyo fue levantado. Tenso, el ambiente traslucía la ira de los periodistas y la parsimonia de los funcionarios del duartismo, intuyendo todos que el plagiado ya no volvería.

Al día siguiente, la tibia Namiko intrigaba con Gina Domínguez y la hoy presidenta de la CEAPP, Benita González Morales, para provocar un rompimiento entre la familia de Goyo Jiménez y su mejor amiga y colega, Romana Ortega, entonces de discurso retador, desafiante, violento contra el gobierno de Veracruz.

Funcionó la treta y la familia no quiso volver a saber de Romana. En una charla meses después, Romana Ortega describió a este reportero desde un hotel en Xalapa que le servía de resguardo de lujo cómo fue sacada de Coatzacoalcos, obligada, sin su hijo, sin tiempo para levantar su departamento, presuntamente porque peligraba su vida o mejor dicho porque agitaba con lo que decía. Y se tenía que ir “porque si no aceptas, en este momento te trepo a la camioneta con mi escolta y te vas”, escuchó decir de un allegado al gobernador Javier Duarte. ¿Un levantón duartista? Sí.

Una fosa clandestina en la colonia J. Mario Rosado, en el municipio de Las Choapas, alojaba los restos de Goyo Jiménez, golpeado su cuerpo, mutilado, su cabeza desprendida. Era el 11 de febrero. Sacudía una vez más el escándalo a Veracruz.

Namiko Matzumoto no preside la CEAPP pero es la dueña. Son de ornamento los comisionados y los consejeros, salvo Jorge Morales, quien discrepa, disiente, cuestiona al gobernador y defiende al gremio. Dispone la doctora de un presupuesto millonario, nutrido y sublime su salario, bien pagados sus abogados, que es su clan, y una mínima parte se destina para la protección de los periodistas.

Suple esa aberración con cursos de redacción, charlas para saber realizar consultas a los mecanismos de transparencia gubernamental, pláticas sobre protocolos de seguridad. Como Javier Duarte, faramalla pura.

No se protege así a los periodistas críticos, cuya información inquieta al sector público y al crimen organizado. El cáncer se halla en el clima de hostilidad que fomenta y atiza Javier Duarte. Ese es más letal que las balas de los malosos. Pero de eso la CEAPP ni se ocupa.

Dice el gobernador que la prensa crítica habla mal de Veracruz. No, la prensa crítica habla mal de Javier Duarte y él no es Veracruz. Critica el desastre financiero, el derroche, la corrupción, el endeudamiento descomunal, el nivel de violencia, el baño de sangre, la implicación de la policía con el crimen organizado, la desigualdad, la pobreza, el analfabetismo, el deterioro social. Ese es el periodismo que le sirve a la sociedad y que la inserta en un proceso de reflexión y análisis, de rechazo al fidelismo primero y al duartismo después por el daño que le han provocado a los veracruzanos.

Y eso a Javier Duarte lo pierde. Se indigna. Increpa y termina llamando a los periodistas “manzanas podridas”, “expresión de la delincuencia”, “cómplices del hampa”.

Genera con su discurso agresivo un clima de hostilidad en el que el periodista es la parte más delgada del hilo. Y a veces se revienta.

Surge la CEAPP ante los crímenes de Milo Vela, Misael López Solana, Regina Martínez, Gabriel Huge, Guillermo Luna Varela, Esteban Rodríguez, Noel López Olguín, Yolanda Ordaz, Marco Báez Chino. Surge como una mascarada para simular que Javier Duarte protege a los periodistas. Los protege de palabra y los hostiliza en los hechos.

Y nunca, que se sepa, Namiko Matzumoto alzó la voz en tono crítico, increpando al gobernador o refutando a los funcionarios del duartismo.

Acrítica, gris, usó la CEAPP, la tibia CEAPP, la mediocre CEAPP, para el lucimiento personal, alejada del gremio periodístico, desdeñada en él por ser una burócrata que medró al amparo de un órgano que debió servir para preservar la integridad de los miembros de la prensa.

Uno de los señalamientos más directos, se lo hizo la directora del portal AGN Veracruz, Silvia Núñez Hernández, en su columna Fuera de Foco:

“Esta mujer ha sido muy funcional para el ejecutivo estatal, Javier Duarte de Ochoa; el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita y Luis Ángel Bravo Contreras, fiscal General del Estado de Veracruz. Ha operado arduamente para que las familias de periodistas asesinados, simplemente no encuentren apoyo y la FGE no sea molestada en sus decadentes investigaciones. La CEAPP fue supuestamente creada para proteger los intereses de los comunicadores pero jamás logra realmente salvaguardar ni un apéndice de las vejaciones perpetradas tanto en contra de la libertad de expresión como de los propios periodistas, quienes han padecido por parte del gobierno del estado actos realmente cobardes.

“Namiko Matzumoto Benítez se ha dedicado a aplanarle el terreno a Javier Duarte de Ochoa con relación a los 16 periodistas asesinados y de las diversas denuncias de hostigamiento y agresiones físicas, que han ejecutado a un sinnúmero de comunicadores en lo que va la administración del ejecutivo estatal. En ninguno ha brindado buenos resultados dicha instancia. Todo esto también le ha sido muy productivo al fiscal en Delitos Electorales y Atención a Periodistas perteneciente a la Fiscalía General del Estado, José Rene Álvarez Márquez, pues ésta mujer se dedica a integrar inadecuadamente las denuncias legales que entablan los periodistas, con la finalidad que Álvarez Márquez las pueda desechar sin problema alguno y hasta se atrevido en dar ‘consejos’ y clases de periodismo a los comunicadores al cuestionar su trabajo.

“Su ‘barra’ de abogados que cobran en la CEAPP son absolutamente amañados y jamás asesoran jurídicamente ni a las familias de los periodistas asesinados, como tampoco a aquellos que han sido victimados y hasta golpeados. Eso sí, lo que sí saben hacer todos, es cobrar sus jugosos salarios en tiempo y forma, sino pregúntenle a la supuesta abogada Estrella Lugo, a quien le encanta el dinero, pero no se le conoce resultado alguno.

“Existen personas que saben prostituirse sin realmente ocupar su cuerpo para dicho fin. Namiko Matzumoto lo ha realizado al dedillo desde su llegada a la CEAPP y eso, le está permitiendo que hoy sea la ‘preferida’ por parte del que mal gobierna el estado de Veracruz y sus secuaces”.

Hizo de la CEAPP un organismo sin voz, agachón, sin identidad, sin conciencia, incapaz de fustigar al gobierno hostil de Javier Duarte, su insidia contra la prensa, su permanente conflicto con los que dicen la verdad, con los que exhiben la corrupción, con los que denuncian el atropello a la ley, el enriquecimiento del duartismo, el robo de los haberes de Veracruz.

Namiko es así. Su misión fue simular que protegía a los periodistas.

Ahora defenderá los derechos humanos de los veracruzanos.

Dios tenga piedad.

Archivo muerto

¿De qué le sirve Peña Nieto al PRI? De nada. Aberrante su imagen, va el presidente de escándalo en escándalo, inodado en la trama de los 43 normalistas de Ayotzinapa que capturó la policía, enteró al Ejército y los entregó al narco para después desaparecerlos y, presumiblemente, matarlos e incinerarlos; atrapado en la maniobra para otorgar contratos a la empresa Higa a cambio de la Casa Blanca que registró a nombre de su esposa Angélica Rivera; sumido en su ignorancia patética pues Enrique Peña Nieto es de los que nunca han leído un libro, vaya ni un telegrama pues el cúmulo de letras lo aturde; en la politización de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, plagada la Tremenda Corte de ministros salinistas, lo que apesta a corrupción; en la venta de México a la iniciativa privada vía sus reformas estructurales, que a medio sexenio han sido un fiasco. Vino a Veracruz el preciso, el martes 6, y lo usó Javier Duarte pues no hay mejor bufón que el gordobés para arrancarle una carcajada al inefable EPN. Y de ahí la foto, el video, el sonsonete de los textoprostitutos esgrimiendo que es la mejor prueba, irrefutable, de que el gordo y el flaco son cuates, que se apapachan y cruzan miradas cargadas de cariño. Pregonan sus corifeos que Peña Nieto viene a salvar al PRI cuando los priistas veracruzanos son un desastre, viven apanicados por el saqueador de las arcas, el falseador de información a la Auditoría Superior de la Federación, el mago que no aparece el dinero sino que lo hace humo. Carga con su propio desprestigio Peña Nieto y encima viene a Veracruz a cantar un progreso en el campo que los campesinos reales, no los borregos que le llevaron para acosarlo a aplausos, ni ven, ni sienten, ni disfrutan. Viene y deja una pincelada de su ignorancia: ante el calor de los veracruzanos, dice que “por eso, siempre me regordeo (sic), siempre celebro este encuentro con todas y todos ustedes”. Javier Duarte ha hundido al PRI. Peña Nieto agrava el naufragio. ¿Y el “destape”? ¿Y la señal hacia el candidato del PRI? ni Pepe Yunes, ni Héctor Yunes, ni el Pato de Tuxpan Silva Ramos, ni Erick Lagos, ni Jorge Carvallo pues este ni veracruzano es, ninguno recibió la bendición para ser el sucesor. A menos que el sucesor sea amarillo-azul y así lo lea Peña Nieto… Machetes en mano, en el puerto de Veracruz, al pie del monumento a Venustiano Carranza, se manifestaban los campesinos de la organización Red Autónoma de Campesinos Indígenas, Movimientos y Organizaciones Sociales (RACIMOS). Ellos refutan a Peña Nieto, al gobierno federal, a Javier Duarte, a los líderes charros del PRI. “Queremos que sepan quien es Carranza —acusaban—. Nosotros no estamos de acuerdo al gran homenaje que se le hace como el gran héroe o primer jefe de la Revolución (…) fue un importunista (sic). Este señor no merece que le rindan homenaje. Sacrificó mucha gente, violento los derechos de los mexicanos, permitió que el gobierno de los Estados Unidos persiguiera a Francisco Villa en territorio mexicano, él quiso matar a los verdaderos revolucionarios, a Zapata sí lo mató”. ¿Pues no que todo estaba bajo control?… En Xalapa, los pensionados cumplieron su palabra. Volvieron a la protesta. Volvieron a plaza Lerdo o Plaza Regina. Volvieron a marchar por la calle Enríquez, sin que ahora los reprimiera la policía estatal con sus bastones eléctricos, sin que los jodiera el militar vestido de civil para vergüenza del Ejército, que se supone está para proteger al pueblo. Exigen los pensionados el pago del retroactivo y expresan su indignación por la represión del 23 de diciembre. Llegó el ex rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, en solidaridad con los pensionados. Exhibían cartulinas con leyendas hirientes para el gobernador Javier Duarte: “Mis mejores deseos para Duarte es que te mueras y te pudras en el infierno”, “Duarte corrupto, ladrón, golpeador de ancianos”, “Veracruz despierta, ciudadano no seas indiferente”. Exigieron la renuncia de Javier Duarte, la de su secretario de gobierno, Flavino Ríos Alvarado, y la del secretario de Seguridad, el general de cero estrellas Arturo Bermúdez. Se la prometieron y se la cumplieron… Solidaridad de todas partes hacia el periodista Jorge Luis Torres Marcos, luego de la amenaza que le deslizaran en un “regalo”, la mañana del martes 5. Prensa estatal y nacional hablan del caso, el primer comunicador amenazado en 2016, tras revelar actos de corrupción, extorsión a empresas, abuso de autoridad del tesorero municipal de Minatitlán, Saúl Wade León… Son siete compañías. Son las siete favoritas de Saúl Wade León. Para ellas la obra pública de Minatitlán, las mejores condiciones, el mejor trato. Arquitectónicos Diamante, Nuevo Siglo Arquitectos, ​Construcciones Bastaix, Constructora Ceprez, Construcciones y Arrendamiento​​​​​​ de maquinaria PYMSA, ASCAR y CATMO Asociados, son las empresas a las que le fueron asignados los trabajos en los baños de los mercados, el muro de contención de la colonia Obrera, ampliación del drenaje Insurgentes, drenaje 18 de Marzo en Mapachapa, drenaje Vicente Guerrero en Carrizal, pavimento Iturbide en Mapachapa, puente vehicular en Carrión y 10 de Abril, y la rehabilitación del drenaje en Taconeo. Hay otras más. Hay un hilo conductor entre ellas y el tesorero municipal, Saúl Wade León, vía un prestanombres de Puebla, que aparece en un explosivo expediente…

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