No traía ninguna etiqueta de “consumir antes de”. Simplemente era un ser vivo que gritaba por su mamá en el trayecto al mercado….

Seguramente estarás pensando que “nada ni nadie te harán cambiar tu gusto por comer carne”. Jamás harás a un lado el deseo de tu paladar de saborear un delicioso animal. Finalmente jamás dejarás de comer animales, aunque tengan conciencia, sufran y sientan, declarado por los 27 científicos más reconocidos del mundo, en Cambridge el año pasado.

Así es, insistiré en que en el año 2013, en el marco de la Francis Crick Memorial Conference on Consciousness in Human and non-Human Animals (año 2013), un prominente grupo internacional de neurocientíficos cognitivos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos computacionales (entre ellos Stephen Hawking), en el Churchill College de la Universidad de Cambridge,  declaran que:

“…el peso de las evidencias indica que los humanos no son únicos en la posesión de substratos neurológicos que generan conciencia. Los animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros, y otras muchas criaturas, también poseen estos substratos neurológicos."…En otras palabras, los animales no humanos también tienen conciencia.

"Decidimos llegar a un consenso y hacer una declaración para el público que no es científico. Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia, pero no es obvio para el resto del mundo. No es obvio para el resto del mundo occidental ni el lejano Oriente. No es algo obvio para la sociedad." Dijo Philip Low, en su introducción.

Pura teoría, pensarás, puro argumento. Y buscarás mil excusas para seguir comiendo animales, porque saben deliciosos, y porque “son parte de la cadena alimenticia”, y porque “de dónde obtengo las proteínas y vitaminas”, y porque “aunque no los coma igual los matan”. Podrás encontrar varios argumentos, pero en el fondo, muy en el fondo quizás, tu esencia sabe que son sólo excusas.

Por otro lado, ese extremismo vegano, ese que te juzga, que te abate, que te llama involucionado. Ese extremismo vegano integrado por miembros de la “vegana inquisición” como acertadamente los caratula el Activista Internacional Leonardo Anselmi, te provoca aún más rechazo a tan sólo pensar en convertirte en uno de ellos. Claro que esta es una opinión personal, y algunos veganos despotricarán sobre esta opinión… “ni modo”…

Vegano…¿Sabes qué es ser vegano?

Quizás la mayoría habrá leído una definición de veganismo que circula en las redes sociales, atribuida a Donald Watson:

«El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima al uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales.»

Pero en realidad esta definición, forma parte de un documento interno de la Vegan Society, publicada en el año 1964, en el cual, al parecer, se decidió redefinir el veganismo haciendo hincapié sobre todo en el aspecto práctico.

Digo redefinir porque el veganismo fue definido por primera vez en el año 1951 por Leslie Cross (entonces vicepresidente de la Vegan Society) en un manifiesto que declaraba así:

«La palabra "veganismo" significará la doctrina de que el hombre debe vivir sin explotar a otros animales.»

Si comprendemos que el autor de estas palabras se refiere a los seres humanos cuando dice "hombre", y que por animales se refiere a los animales no-humanos, entonces se puede considerar, por ética y por coherencia, que tenemos en ella, la definición legítima del término. La definición ética y moral.

Para Leonardo Anselmi, el veganismo es una postura política con motivaciones éticas. Nada más acertado en mi opinión.

Y pues, como les decía, ayer rescaté un cabrito, animal considerado “de consumo” por la especie humana…

Le puse de nombre Carmelo, derivado de “Caramelo”, por su dulzura, su inocencia y su resignación a ser devorado. Subí fotos y videos de Carmelo en redes, conviviendo con mis perros, durmiendo bajo mis pies, iluminando sus espacios, y apegado a una “mamá humana” que le proporciona cariño, resguardo y alimentación.

Carmelo tiene sentimientos, me recibe contento moviendo su colita y brincando. A Carmelo no le gusta dormir solo, le gustan las caricias y me llena el corazón. Me deslumbra con la majestuosidad de la existencia.

Yo no como animales, pero no te pido que dejes de comer animales de un día para otro. No te pido que “evoluciones” porque no creo en juzgar las etapas “evolutivas” en que nos encontramos individualmente, sino en la evolución de nuestra especie.

Pero sí te pido, que comas cada vez menos “Carmelos”. Que uses cada vez menos productos derivados del sufrimiento, opresión y explotación de los animales. Te pido que no vayas al Zoológico, al Circo con Animales, al Acuario, a eventos Taurinos o a las Peleas de Gallos. Te pido que respetes la vida de los animales y su derecho implícito a la libertad.

Quizás no evites de esta manera la muerte de un cabrito, de un cerdo, de un pollo, de un pez o de una res, o el sufrimiento de los animales utilizados en “espectáculos”…Quizás no evites la masificación de tortura que se produce en una productora de huevos, o de leche…Quizás no palpes un rescate como tal…

Pero créeme. Sí es seguro que tu vida y la de los animales tomarán otro rumbo. Sí es seguro que tu corazón se inflará de orgullo y de satisfacción al sentirse invadido por el respeto a la vida.

Es más, quizás si logré tocar tu consciencia, hasta me atreva a pedirte que en estas fiestas, no consumas animales. Venera la vida, festeja la paz, y contágiate de amor y respeto a la existencia misma…

Carmelo y todos los seres vivos, aunque  no logres entenderlo todavía, te estarán eternamente agradecidos.