Comisión de periodistas: un dañino muerto viviente

  • Aurelio Contreras Moreno

A pesar de ser pública y ampliamente conocida la proverbial falta de transparencia, la inutilidad y la genuflexión “institucional” al gobierno estatal de la Comisión para la Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), los recientes señalamientos de uno de los comisionados de este organismo, Jorge Morales Vázquez, no dejan de ser sumamente graves.

En un texto publicado en su blog “Apuntes y crónicas”, titulado “El secuestro de la Comisión de Periodistas”, Morales Vázquez denuncia sin pelos en la lengua una serie de anomalías que implican opacidad en el uso de los recursos públicos de que dispone la CEAPP, y que desnudan cómo éste organismo supuestamente autónomo sirve para cualquier cosa, menos para proteger a ningún periodista que no esté alineado con el duartismo gobernante.

El periodista señala que en la sesión de la CEAPP del pasado 5 de octubre, el pleno del organismo se aprobó un presupuesto para 2015 estimado en 22 millones 674 mil 678 pesos, casi tres millones más que el de este año, que ascendió a 20 millones de pesos, la mayoría de los cuales son para pagar nómina.

De acuerdo con Jorge Morales, “el proyecto fue elaborado exclusivamente por la secretaria ejecutiva, Namiko Matzumoto Benítezdel que se informó –genérica y virtualmente– a los comisionados el mismo día de la sesión, sin acceso a copias de ningún tipo, ni digital, ni impresa, faltando a las reglas más elementales de legalidad y respeto a la toma de decisiones en el servicio público”. 

El periodista, quien ya ha sido objeto de sanciones de la propia CEAPP –en un acto supremo de ironía llevada al grado del absurdo y el ridículo– por ejercer su libertad de expresión haciendo públicas las irregularidades al interior del organismo, acusa en su texto lo que llama el “manejo autista de la institución en ámbitos fundamentales de intercambio de experiencias, colaboración y coordinación que la CEAPP debería de tener con mecanismos e instituciones con fines similares en el país y en la capital, ámbitos de los que se ha marginado y aislado deliberada y prácticamente a los comisionados”.

“Es inconcebible que a casi dos años de creada la institución no se haya dado, por ejemplo, una sola reunión de trabajo del Pleno de la Comisión con otras instancias expertas en materia de protección a periodistas que ayuden a mejorar y perfeccionar nuestra labor, más allá de una agenda personalista de viajes discrecionales y opacos de la Secretaria Ejecutiva, con cargo al erario, para reuniones exclusivas, de autopromoción personal y/o académica, sin beneficios reales para la institución.

“Ni qué decir de la falsa autonomía real de sus integrantes para fijar posición frente a poderes abusivos y servidores públicos cómplices, que ha hecho nugatorio el blindaje legal de la CEAPP como organismo de Estado con capacidades y facultades amplias”, asegura lapidario Morales Vázquez.

También se refirió al vergonzoso papel de la Comisión de “atención y protección” a Periodistas en los casos de María Josefina Gamboa y Gregorio Jiménez. En el primero, refiere que fue desechado su planteamiento de queja por la deficiente integración del procedimiento de atención –promovido por la periodista presa en Tuxpan y sus representantes–, por parte de los servidores públicos directamente responsables de la substanciación. La respuesta de los comisionados fue “una absurda reacción de indignación por hacer público el tema y afectar, se dijo, con ello ‹la honra›, ‹el prestigio›, ‹la moral›, y ‹el buen nombre› de los servidores públicos señalados de estas faltas y omisiones graves, y porque con mis expresiones contribuía, se alegó, a desprestigiar la ‹imagen› de la Comisión y de los comisionados”.

En cuanto a Gregorio Jiménez, el décimo periodista asesinado en Veracruz durante el sexenio de Javier Duarte, Jorge Morales señala que durante la misma sesión se discutió “la posibilidad real de que el amparo para efectos concedido a los detenidos por el caso  por irregularidades en el trabajo de la Procuraduría de Justicia y hechos de tortura, abriera una fisura que pudiera desfondar las acusaciones y desplomar la investigación. Es cuestión de esperar el recurso de inconformidad presentado por la PGJE del estado ante la autoridad judicial para saber si este caso recalará también en el penoso capítulo de desastres y de impunidad que se han vuelto marca de la casa en la malhadada historia reciente de Veracruz”.

Ante semejante cúmulo de ineficiencia, irregularidades y, por qué no decirlo, corruptelas –varios de los otros periodistas comisionados de la CEAPP son beneficiarios de prebendas como flotillas vehiculares, becas para familiares y dinero en efectivo–, lo que queda por preguntar es: ¿no que Alberto Silva iba a desaparecer este elefante blanco, como ofreció a su llegada a la Coordinación  General de Comunicación Social estatal?

¿O a quién le sirve la CEAPP? Porque a los periodistas veracruzanos, es claro que no.

 

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Twitter: @yeyocontreras

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Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.