El tema de la supuesta gubernatura de dos años para Veracruz ha desatado una polémica que, en los hechos, no tiene, al menos en este momento, ningún sustento legal.

A raíz de la aprobación de la Reforma Político-Electoral en el Congreso de la Unión, se comenzó a hablar de que el “espíritu” de la misma incluía la homologación de las elecciones federales con las estatales y municipales en todo el país.

Con esto, arguyen los impulsores de esta figura, se generaría un gran ahorro para el país, pues se evitaría que hubiera comicios prácticamente cada año, como sucede con el calendario electoral actual, que no da tregua a los mexicanos y, en efecto, representa un gasto bárbaro para nuestro país.

A partir de ese argumento, en Veracruz se introdujo en la agenda del debate público el tema de la homologación, lo que implicaría que el siguiente periodo del Ejecutivo estatal fuera de solamente dos años, de 2016 a 2018, con el fin de empatar la elección subsecuente con la federal del último año referido.

Sin reparar en lo que establece realmente la Reforma Electoral, los actores políticos veracruzanos comenzaron a pronunciarse en favor y en contra de la gubernatura de dos años. Su principal impulsor es el Partido Acción Nacional, quien en voz del coordinador de su bancada en el Congreso del Estado, Julen Rementería del Puerto, defiende esa idea y hasta se apunta para “sacrificarse” por Veracruz por tan corto periodo.

En contra, por supuesto, se han manifestado quienes con posibilidades reales aspiran a suceder al gobernador Javier Duarte de Ochoa, como son los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, así como el mismo Miguel Ángel Yunes Linares. Ninguno quiere estar sólo dos años en el poder. Su proyecto es y será sexenal.

Lo que nadie ha querido decir con todas sus letras, si es que están enterados, es que la dichosa homologación de las elecciones federales con las estatales, hasta ahora, no existe. Ni en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ni en la muy nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) se estableció un ordenamiento en ese sentido.

La reforma constitucional dispone, en su artículo 116, inciso IV fracción a): “De conformidad con las bases establecidas en esta Constitución y las leyes generales en la materia, las constituciones y leyes de los estados en materia electoral, garantizarán que las elecciones de los gobernadores, de los miembros de las legislaturas locales y de los integrantes de los ayuntamientos se realicen mediante sufragio universal, libre, secreto y directo; y que la jornada comicial tenga lugar el primer domingo de junio del año que corresponda. Los Estados cuyas jornadas electorales se celebren en el año de los comicios federales y no coincidan en la misma fecha de la jornada federal, no estarán obligados por esta última disposición”.

A su vez, la Legipe establece en su artículo 25 fracción 1 que “las elecciones locales ordinarias en las que se elijan gobernadores, miembros de las legislaturas locales, integrantes de los ayuntamientos en los estados de la República, así como Jefe de Gobierno, diputados a la Asamblea Legislativa y titulares de los órganos político-administrativos de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, se celebrarán el primer domingo de junio del año que corresponda”.

La clave de todo está en la fracción 3 del mismo artículo: “la legislación local definirá, conforme a la Constitución, la periodicidad de cada elección, los plazos para convocar a elecciones extraordinarias en caso de la anulación de una elección, y los mecanismos para ocupar las vacantes que se produzcan en la Legislatura local”.

Como podrán darse cuenta los lectores, son los congresos estatales los que tendrán la facultad de ordenar la periodicidad de las elecciones. En este caso específico, corresponde a la LXIII Legislatura del Estado de Veracruz dejar sentado en la nueva ley electoral local cuándo se llevarán a cabo los comicios venideros en la entidad. En tanto eso no suceda, la gubernatura de dos años es un mito.

La pelota está en la cancha de los diputados locales. La iniciativa que presentó el PAN seguramente incluye esa adecuación, pues fue su propuesta desde un principio.

Aquí lo interesante será ver cómo viene la iniciativa que en la materia habría enviado –aunque no hay evidencia de ello– el gobernador Javier Duarte al Congreso local. Aunque en un principio rechazó la idea, de unos días para acá parece haber cambiado de opinión  respecto de la gubernatura de dos años, lo que es visible en la “cargada” mediática que se lanzó para convencer de las “bondades” de la misma.

¿Será porque están pensando impulsar a alguien en particular, que sí estaría interesado en gobernar Veracruz durante 24 meses?

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