Excentricidades del poder

  • Aurelio Contreras Moreno

Algo que caracteriza a muchos miembros de la clase política que arriban de pronto al poder es que, como les sucede a los nuevos ricos, dan rienda suelta a sus gustos más excéntricos y a sus pasiones más bajas.

Así, apenas comienzan a manejar dinero, se mandan construir mansiones dignas de un marajá árabe, se visten con ropa de diseñador y calzan zapatos con cuyo precio de mercado alcanzaría para alimentar a una familia durante un mes.

Las fiestas que organizan los nuevos empoderados ya no son los encuentros de amigos de antaño, en los que a lo más, se chocaban las copas y se llegaba a perder un poco la compostura. Ahora celebran bacanales como emperadores romanos y se rodean de bellas mujeres u hombres, cual si fueran jeques de algún país de un cuento extraído de Las mil y una noches.

Una de las extravagancias que más procuran algunos de ellos es que se aficionan a coleccionar animales exóticos, pues les parece muy “chic” tener como mascota a un ser vivo que no cualquier persona puede poseer. Por ejemplo, tenemos el caso del ex alcalde priista de Tijuana, Jorge Hank Rhon, conocido por su colección de animales en peligro de extinción, lo que le permitió incluso montar un zoológico en aquella ciudad de la frontera norte del país, situación que también le ha valido severas críticas de asociaciones protectoras de animales.

En Veracruz, ya hay alguien que sigue sus pasos. Según documentó en una espléndida nota la periodista Eirinet Gómez (http://e-veracruz.mx/nota/2014-03-31/politica/el-zoologico-de-bermudez), en la Academia de Policía de El Lencero hay un improvisado “zoológico” cuyos ejemplares son propiedad del secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, quien al parecer así se “relaja” después de “luchar” contra la delincuencia en la entidad.

En un área verde de la Academia, en pequeñas jaulas sobreviven un león, un jaguar, un mapache (de los que comen ranas, no de los que roban votos), y en un estanque, cuatro cocodrilos y varias tortugas.

¿Cómo llegaron estas especies al Lencero? De acuerdo con el reportaje, se trata de “regalos” hechos al secretario Bermúdez, a quien le debe haber parecido buena idea utilizar las instalaciones donde se forman los cuerpos policiacos –o sea, en una institución pública– para guardar a sus “mascotas”, que entregarlas a un zoológico de verdad o a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que dispusiera dar una mejor atención a estos animales.

Otra duda resulta imposible de soslayar: ¿quién le regaló esos ejemplares a Arturo Bermúdez? ¿A cambio de qué? ¿Por qué los aceptó?

Si de verdad, como dijo el gobernador Javier Duarte en su conferencia de prensa de este lunes, su gobierno es transparente, deberían aclarar por qué están en la Academia de Policía estos animales, cuál es la justificación para mantenerlos ahí, quien paga su comida y atención, y por qué un funcionario de su administración acepta este tipo de “obsequios”.

Porque una cosa es la excentricidad, y otra, la complicidad.

Email: [email protected]

Twitter: @yeyocontreras

Anteriores

Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.