Como sucede con la mayoría –si no es que con todos- los organismos “autónomos” en Veracruz, el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) no escapa a la presiones y “manoseo” que desde el poder se ejerce para proteger y favorecer intereses grupales, así como para pagar favores políticos.

Desde su creación, el IVAI sirvió para establecer equilibrios de poder político de acuerdo con la circunstancia del momento. Así, en 2007 su primer presidente fue Álvaro de Gasperín Sampieri, quien llegó al cargo gracias al cabildeo del PAN, partido del que es militante activo desde hace varios años.

Ello fue posible gracias a que, en esa época, Acción Nacional contaba con una importante representación en el Congreso veracruzano, lo que obligó al entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán a cederle al blanquiazul una gran cantidad de espacios en órganos públicos del estado, en aras de mantener la “gobernabilidad” y que no rebotaran todas sus iniciativas de ley en el Poder Legislativo.

La actuación de Álvaro de Gasperín al frente del IVAI, con todo, no fue mala, aunque sí discreta. Tras concluir su gestión, fue relevado en la Presidencia del organismo por Luz del Carmen Martí Capitanachi, cuyo desempeño también puede calificarse como aceptable, apegado a los lineamientos técnico-jurídicos que rigen a la transparencia y el acceso a la información pública.

Rafaela López Salas fue la tercer presidenta del consejo del IVAI. Desde que fue designada como consejera del Instituto, fueron develados sus vínculos con el gobernador Herrera Beltrán, cuya tesis de doctorado en Derecho por la Universidad Veracruzana “asesoró” –aunque no faltan los “malpensados” que dicen que se la redactó íntegra-. Su gestión fue opaca, gris y poco transparente.

Luis Ángel Bravo Contreras tomó la Presidencia del IVAI en agosto de 2013. Pero apenas duró unos meses en el cargo, al que renunció en febrero pasado para tomar la estafeta en la Procuraduría General de Justicia del Estado tras la salida de Amadeo Flores Espinosa, quien fue destituido luego del escándalo internacional por el asesinato del reportero veracruzano Gregorio Jiménez de la Cruz, cuya investigación dejó a medias.

En todos los años de existencia del IVAI, no se ha sabido que exija al Ejecutivo estatal dar a conocer información delicada, no ha sido un contrapeso real para hacer valer la transparencia. Prueba de ello es que hasta la fecha permanecen con candado los convenios y gastos que en materia de imagen y propaganda del Gobierno de Veracruz se realizaron con los diferentes medios de comunicación, locales, nacionales e internacionales, durante la primera mitad del sexenio de Javier Duarte de Ochoa.

Actualmente, el IVAI es encabezado por José Luis Bueno Bello, de quien habrá que estar pendientes de su desempeño para poder emitir una opinión. Aunque vale la pena mencionar que quien maneja los recursos del organismo desde la Secretaría Ejecutiva es un priista de viejo cuño, Miguel Ángel Díaz Pedroza, distinguido integrante fundador de la agrupación filopriista Vía Veracruzana.

Por si quedaba alguna duda de los arreglos políticos en torno del IVAI y para continuar documentando nuestro escepticismo, el Congreso del Estado designó por mayoría de votos a Yolli García Álvarez como nueva consejera del órgano garante de la transparencia en Veracruz, lo que recibió acres críticas de los partidos de oposición.

Y es que su mérito para llegar al Instituto no es su experiencia en materia de Derecho a la Información, pues de hecho, no tiene ninguna. Pero en su “currículum” destaca haber sido quien “tiró” la alianza PAN-PRD en el proceso electoral local 2013, cuando siendo magistrada de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le echó la última “paletada de tierra” al acuerdo que ya habían signado esos partidos en Veracruz, y que fue bombardeado desde el Gobierno del Estado hasta que se vino abajo. ¿El resultado? El PRI ganó la mayoría en el Congreso y en los ayuntamientos en los comicios del año pasado.

Así se las gastan en la política a la veracruzana. ¿Y la transparencia? Bien, gracias.

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