Trabajar masculinidades: ¿Un trabajo a favor de las mujeres?
- Mujeres Que Saben Latín
Paco Contreras /
En días pasados se conmemoró el Día Internacional de las Mujeres, este año me pude percatar que hubo una postura sumamente crítica, las personas que trabajamos por la igualdad entre mujeres y hombres, realizamos un llamado a que la fecha no se banalice y que no se convierta en una fecha copada por el consumismo y las demostraciones “amorosas” que finalmente desvirtúan el origen de la lucha de las mujeres por alcanzar el respeto a sus derechos y la búsqueda de la igualdad de oportunidades.
En esta conmemoración, reflexionaba en la importancia del trabajo que se hace en torno a las masculinidades y lo replanteaba en cuanto al impacto de trabajar con los hombres y su violencia hacia las mujeres.
Recordar que el Día Internacional de las Mujeres, cuenta con un origen de lucha por sus derechos humanos, tratar de evitar que el mismo sistema patriarcal, hegemónico y económico androcentrista (responde a los intereses del poder masculino); es parte de la lucha por la que el feminismo sigue tan vigente.
Amelia Valcarcel nos compartió en esa fecha una lista de los logros que se han obtenido a partir de la lucha del feminismo y nos invitó a “agradecérselo a una feminista”. Desde este espacio expreso mi agradecimiento no sólo a una feminista, sino a cada una de las mujeres con las que a partir de la convivencia, de su legado, sus experiencias y la confianza, el trabajo en masculinidades es posible y ahora nos podemos cuestionar los privilegios y replantearnos formas alternativas de vivir nuestras masculinidades.
Sabemos que aún falta mucho por hacer, que la igualdad no se ha logrado alcanzar y existen grandes resistencias para que mujeres y hombres logremos trascender las tradiciones, los roles y el ejercicio del poder. Se ha logrado avanzar en la participación femenina en el ámbito público pero los varones aún adeudamos nuestra integración activa en las actividades privadas y domésticas relacionadas al cuidado de las personas. Gratamente, es posible ver a más varones siendo parte del cuidado de sus hijos e hijas.
Desde el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia (PHRV) nos comprometemos con la noviolencia y a mantener relaciones basadas en la comunicación, en la resolución de conflictos de una manera dialogada y en hacernos responsables de nuestras necesidades de una manera responsable que favorezca el desarrollo pleno de las personas que integran nuestras familias.
Las reflexiones realizadas, van más allá de nuestra cotidianidad e implica que como hombres nos percatemos de los privilegios y sobre todo del sistema que busca controlar los cuerpos, las actividades, el desarrollo, la libertad de mujeres y hombres; el trabajo con nuestra violencia implica un involucramiento activo, que la reflexión nos lleve a la acción que se refleja en la transformación de nuestros actuares y que se convierta en una cotidianidad vital.
Definitivamente en este sentido es necesario que pongamos también atención a otras diferencias, como la edad, la condición social, el origen étnico, preferencias políticas, la orientación sexual, las condiciones de salud, el estado civil, que sumados al género provocan mayores desigualdades entre mujeres y hombres.
A los hombres nos corresponde hacer lo nuestro. Definitivamente el feminismo permitió colocar las bases para que cuestionáramos nuestra condición masculina desde el análisis del sistema patriarcal y la posición de superioridad. Ahora a los hombres nos corresponde reflexionar sobre los impactos y afectaciones del patriarcado en nuestras vidas, en nuestros cuerpos, en la sexualidad, la salud y, sobre todo, en el manejo y expresión de nuestras emociones.
El trabajo en masculinidades desde una postura feminista busca impactar en la construcción de una sociedad congruente, en la que la brecha de género se reduzca y todas las personas podamos acceder a las mismas oportunidades y nos desarrollemos de forma paralela, no existiendo diferencias. Desde la experiencia, tenemos en el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia (PHRV) visualizamos la necesidad de ampliar este trabajo y hacerlo llegar a otros hombres y hacer extensiva la reflexión de las masculinidades en los sectores político, educativo, servicio público, salud y con una amplia diversidad de hombres.
Finalmente, considero que el trabajo que se realiza en torno al análisis de las masculinidades contribuye al trabajo que se hace a favor de las mujeres. Sin embargo, los hombres también nos vemos favorecidos y obtenemos buenos resultados para mejorar nuestra calidad de vida y nuestro desarrollo integral.
Les recordamos que en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de la ciudad de Xalapa, el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia (PHRV) desarrolla sus sesiones todos los miércoles a partir de las 18:00 horas. El CIJ se ubica en la avenida Acueducto S/N, esquina Ruiz Cortines de la colonia Unidad Magisterial.