Autoritarismo y cultura levantadedos

  • Aurelio Contreras Moreno

Lejos del discurso de inclusión y debate que, según ellos, sería la pauta del trabajo parlamentario, el PRI y sus legisladores de todos los niveles, así como sus aliados, se comportan como autómatas para aprobar las iniciativas de ley que les mandan desde el Ejecutivo federal y los estatales.

Fieles a la tradición levantadedos que los caracterizó en sus dorados años de aplanadora imbatible, los priistas defienden y aprueban lo que hace unos pocos años rechazaban. Sólo que antes fue por bloquear a gobiernos de un partido diferente al suyo, y ahora, porque cumplen obedientes las órdenes de sus nuevos patrones.

Esto fue evidente en la discusión de la reforma energética en el Senado y la Cámara de Diputados. Los argumentos de los partidos de izquierda –que sí los hubo, más allá de los enfrentamientos físicos, la toma de tribunas y la nueva afición stripper de algunos legisladores– fueron olímpicamente ignorados, como si no se hubiesen expresado nunca.

La “línea”, socorrido uso y costumbre del viejo régimen, se impuso victoriosa por sobre el debate y el intercambio de ideas, bajo el razonamiento falaz de que la voz de las mayorías está representada en la composición del Congreso. Como si a esas “mayorías” se les hubiera dicho en campaña que se pretendía reformar la Constitución para privatizar la industria energética del país y aumentarles impuestos como si su nivel de vida fuera el de Dinamarca.

Esta actitud se replica en los estados como Veracruz, donde de igual manera se comportaron los diputados locales priistas en el Congreso local, durante la sesión de discusión para la aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos del Estado para 2014, así como las reformas a los códigos Financiero, de Derechos y de Procedimientos Administrativos.

Las reservas de los diputados de oposición a las nuevas disposiciones –que incluyen el incremento en el pago de impuestos en Veracruz, aunque los tricolores juren y perjuren que no es cierto– tuvieron, también, oídos sordos. La orden estaba dada y no había más que hacer. Y con un Congreso con mayoría absoluta priista, menos.

Bajo este esquema, ¿qué le queda a las minorías hacer? ¿Patalear? ¿Llorar? ¿Resignarse a que la mayoría haga lo que le venga en gana? Parece que sí. En México, las protestas contra la reforma energética no hicieron la más mínima mella en los legisladores, que aprobaron fast track la enmienda, negándose a realizar un análisis más profundo de sus consecuencias, y ya no digamos a someterla a una consulta entre la población para conocer su opinión.

Los políticos agachones y levantadedos volvieron por sus fueros, mientras la oligarquía trasnacional se truena los dedos y se relame los bigotes por el gran negocio que hará a costa de los recursos de los mexicanos, que como siempre, sólo decimos “pues ya ni modo”.

La regresión autoritaria está consumada.

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Twitter: @yeyocontreras

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Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.